domingo, 8 de mayo de 2011

La estrategia de Obama en Medio Oriente. Richard Holbrooke, el acrónimo "Afpak" (Afganistán y Pakistán), y el intento de separar a los grupos insurgentes de agenda nacionalista, de Al Qaeda y su agenda transnacional de terror.


¿Obama tuvo mejor suerte o mejor estrategía que Bush?

Por: Farid Kahhat (Internacionalista)

Creo que Obama tuvo una mejor estrategia y que la muerte de Bin Laden es en lo esencial producto de ella y no de un golpe de suerte. El primer cambio en la estrategia consistió en reducir la presencia estadounidense en Iraq (país sin relación alguna con Al Qaeda ni, por ende, con los atentados de setiembre del 2001), para reforzar su presencia en Afganistán (país que cobijaba a los líderes de Al Qaeda, autores intelectuales de aquellos atentados). En segundo lugar, amplió el frente de combate para incluir a Pakistán: era difícil derrotar a Al Qaeda en Afganistán mientras esa organización tuviera una retaguardia en el país vecino. Por eso apenas asumió la presidencia, Barack Obama designó a Richard Holbrooke como su representante personal en ambos países (que a partir de entonces comienzan a ser conocidos bajo el acrónimo de Afpak, producto de unir, respectivamente, las primeras sílabas de Afganistán y Pakistán). Por ello los bombardeos con aviones no tripulados dentro de territorio pakistaní, que se iniciaron con Bush, se intensificaron dramáticamente bajo el nuevo gobierno. Tal vez sea precisamente el propósito de evitar los bombardeos en la región fronteriza (que acabaron con la vida de decenas de dirigentes del talibán y Al Qaeda, pero también con la de centenares de civiles inermes), lo que llevó a líderes como Bin Laden a desplazarse tierra adentro en suelo pakistaní.

El tercer cambio en la estrategia de Obama fue el de intentar separar a los grupos que combatían bajo una agenda nacionalista o incluso local, de Al Qaeda y su agenda transnacional: quienes combatían por reivindicaciones locales podían ser cooptados a través de prebendas, y quienes combatían bajo una agenda nacionalista (esencialmente aquellos que responden al liderazgo del Mullah Omar), podían ser integrados al proceso político afgano por medio de negociaciones. Pero antes de que estuvieran dispuestos a compartir el poder, debía quedarles claro que no estaban en condiciones de monopolizarlo por la fuerza. Eso explica la decisión de incrementar las tropas en Afganistán para intentar privarlos de la iniciativa militar, mientras se establecía al mismo tiempo un cronograma para el retiro progresivo de esas tropas a partir de julio próximo.

Por último, Obama no solo definió el objetivo de las acciones en Afpak como la derrota de Al Qaeda, sino además estableció como prioridad para conseguir ese objetivo la captura o muerte de sus principales dirigentes (y, en particular, de Osama Bin Laden). Establecida esa prioridad, las agencias de inteligencia dejaron de perder tiempo y recursos en pos de quimeras (como, por ejemplo, buscar armas de destrucción masiva en Iraq), para concentrarse en determinar el paradero de esos dirigentes, con el resultado que conocemos.

Fuente: Diario El Comercio (Perú). Domingo 8 de Mayo del 2011.