sábado, 29 de enero de 2011

Rusia y el separatismo del Cáucaso Norte. Putin y Medvedev frente al problema de Chechenia.


Carnicería causada por el Cáucaso

Por: Isaac Bigio (Internacionalista)

El lunes 24 dos bombas humanas mataron a 35 personas e hirieron a unas 180 más en el mayor aeropuerto de Rusia (el de Domodedovo en Moscú). El atentado minó los planes del presidente ruso Medvedev de asistir esa semana a Davos para pedirles a los grandes inversionistas unos $15 mil millones para crear complejos de esquí en las montañas de 5 de las 7 repúblicas autónomas rusas del Cáucaso.

Ese es parte de un plan maestro que pretende crear un polo que atraiga 5 millones turistas cada año y que genere empleos en la región que Medvedev, en su discurso anual a la nación calificó como el principal foco de problemas de la seguridad interna.

Como una muestra del gran potencial que tiene el Cáucaso para los deportes de nieve, en febrero 2014 Sochi (en la parte ruso-hablante de dicha cadena de montañas) será la sede de las olimpiadas de invierno.

Comparando los tipos de problemas armados internos que tiene Rusia con Inglaterra �The Times� sostiene que el que padece Moscú más se parece al que Londres ha sufrido ante el IRA norirlandés. Si bien los kamikazes en Rusia son, al igual que los binladenistas, de fe musulmana, sus orígenes son diferentes.

La red de Osama es una que se extiende por todo el globo y que coordina una serie de acciones tendientes a mover terroristas de una a otra parte del planeta para castigar la incursión de las potencias occidentales en Iraq y Afganistán. En cambio, lo que hay en el Cáucaso es una respuesta interna a un grave problema interno. Esta región es la que a fines de los 1980 generó los primeros conflictos interétnicos que luego produjeron la caída de la Unión Soviética y la que, después de la creación de la federación Rusa en 1991, más ha generado resentimientos y violencia por ello.

En 1991 mientras Moscú permitió la independencia de las repúblicas del Cáucaso del Sur (Armenia, Azerbaiyán y Georgia) reprimió con gran terror a los separatistas del Cáucaso Norte.

Chechenia, la más rebelde de las repúblicas mahometanas del Cáucaso ruso, no pudo mantener su independencia que declaró de facto a inicios de los noventa. En el 2000 su capital (Grozny) devino -según la ONU- en la ciudad más destruida del mundo.

Desde que hace un siglo y medio Moscú ocupó el Cáucaso, allí ha habido mucho resentimiento. Varios de las naciones mahometanas de su zona norte llegaron a ser masivamente deportados por Stalin.

La cadena de atentados que se han venido dando en todo este milenio en Moscú y otras partes de Rusia sólo se va a acabar cuando se llegue a un acuerdo de paz en esa cadena que divide a Europa del Medio Oriente.

Putin y Medvedev se tornaron populares, prometieron establecer la paz de las bayonetas, pero la única forma en la cual el Reino Unido logró parar al separatismo del IRA fue haciéndoles ciertas concesiones para lograr cooptarlos a hacer un gobierno de acuerdo en Irlanda del Norte.

Fuente: Diario Correo (Perú). 29 de Enero del 2011.

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Chechenia, historia del presente.

domingo, 23 de enero de 2011

El crecimiento de “dos velocidades” de China y EE.UU. y el “Recalentamiento” de la economía china.

Hu Jintao en EEUU: Signo de los tiempos

Por: Humberto Campodónico (Economista)

El presidente chino Hu Jintao está visitando EEUU y ha sido recibido por todo lo alto. Ha sido honrado con las más altas condecoraciones que da EEUU, ha tenido una cena privada con Barack Obama (además de las oficiales), ha alborotado todo el cotarro político: algunos no fueron a las recepciones oficiales, mientras que otros lo acusaron de dictador (pero luego se han rectificado).

La cereza de la torta la puso el alcalde de Chicago, Richard Daley, al decir que su ciudad quiere ser el primer socio comercial de China dentro de EEUU. Claro, esta ciudad es la sede de Caterpillar y Boeing, empresas que tienen grandes inversiones y ventas en China y que forma parte del paquete de ventas de US$ 45,000 millones anunciado por Obama.

El trasfondo económico es que el PBI de China de US$ 5.7 billones en el 2010 ya desplazó a Japón del segundo lugar y se va a la caza de EEUU cuyo PBI en el 2010 fue US$ 14.7 billones. Hasta antes de la gran recesión del 2008, la mayoría de analistas estimaba que eso sucedería alrededor del 2050 o, en el mejor de los casos en el 2035. Ahora se estima que si se mantiene el crecimiento de “dos velocidades” (China al 9 a 10% y EEUU del 2 al 3%), eso sucedería en el 2020.

Este cambio en la hegemonía económica puede sorprender a muchos pero si se le analiza desde una perspectiva de largo plazo la cosa no es tan novedosa. En efecto, según los análisis del historiador económico Angus Maddison (que murió el año pasado), las economías asiáticas tuvieron la hegemonía económica total en la Antigüedad, lo que se prolongó por miles de años (1).

Aun en el año 1500 las economías de Japón y China combinadas representaban el 28% del PBI mundial (si agregamos India, Asia sube a 52%), mientras que las de EEUU y el Reino Unido juntas solo eran el 1.5%. Estas proporciones se mantuvieron más o menos estables hasta que los efectos de la Revolución Industrial (fines del siglo XVIII en Inglaterra) se comenzaron a hacer evidentes.

Así, hacia 1890 el Reino Unido y EEUU superaron a las estancadas China y Japón, lo que se profundizó en el siglo XX. Pero desde mediados del siglo pasado, Japón primero y luego China desde 1979 (las “cuatro modernizaciones” de Deng Xiaoping), vuelven a ganar terreno y acortan fuertemente las distancias con las potencias occidentales. Por tanto estamos, hoy, de vuelta a la “normalidad histórica” (business as usual?).

Este análisis económico no toma en cuenta las variables políticas que podrían frenar el crecimiento chino, sobre todo las tensiones que producen las grandes disparidades entre regiones, así como posibles exigencias de libertades políticas, inherentes a las sociedades de información y del conocimiento.

Tampoco toma en cuenta la coyuntura económica de corto plazo, según la cual estaríamos frente a un “recalentamiento” de la economía china. Es lo que dice un reciente informe del banco francés Société Générale titulado “El dragón que jugaba con el fuego” (18/1/2011). Afirman que el devaluado yuan y el aumento de la inflación –que ya está cerca al 5% anual–va a obligar al gobierno a subir las tasas de interés para enfriar la economía, lo que provocaría una caída de precios (sobre todo de las materias primas) e impactaría fuerte en las bolsas mundiales.

Sea lo que fuere, no cabe duda que el tratamiento otorgado a Hu Jintao por EEUU es el indicador más claro del signo de los tiempos en esta segunda década del siglo XXI. Aunque, claro, todavía mucha agua tiene que correr bajo los puentes.

(1) Contornos de la economía mundial desde el Año 1 al 2030, Oxford University Press, 2007.

Fuente: Diario La República (Perú). Sáb, 22/01/2011.
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