lunes, 14 de febrero de 2011

Relación Egipto-Israel tras la era Mubarak. Geopolítica en Medio Oriente: recelo político-militar israelí y futuro diplomático en Medio Oriente.

Israel y Egipto

Por: Isaac Bigio (Internacionalista)

Desde que Israel se formó en 1948 éste se proclama como el único Estado del Medio Oriente que siempre ha tenido una democracia ininterrumpida. Uno de los argumentos que allí se han empleado contra sus vecinos es, precisamente, el de ser una isla que nunca ha conocido golpes en medio de un mar árabe lleno de tiburones dictatoriales.

Uno podría pensar que las revoluciones democratizantes que han tumbado dictadores en Túnez y Egipto, y que han obligado a un cambio del gabinete en Jordania, deberían ser saludadas con algarabía por grandes manifestaciones de apoyo en las calles de Israel.

Sin embargo, Tel-Aviv se encuentra preocupado por las consecuencias que puedan tener dichas movilizaciones. Los dos presidentes que han sido depuestos son aliados de sus aliados.

Mubarak es el hombre que, cuando era vicepresidente de Sadat, firmó la paz entre Egipto e Israel y que luego la ha mantenido durante un tercio de siglo. Además de Egipto, el otro país árabe que tiene relaciones diplomáticas con Israel es Jordania, donde el Rey se ha visto obligado a cambiar a su gobierno tras las protestas.

Egipto es el vecino más importante para Israel. En los tiempos bíblicos, de allí provinieron los hebreos, y desde este país o desde las tierras que hoy ocupan Irak o Irán llegaron invasores. Sin embargo, estos dos últimos hoy carecen de fronteras con Israel. Desde el 2003 Bagdad está ocupado por EE.UU. Irán no puede invadir Israel (hay dos países aliados de EE.UU. en medio) y su rol se limita a patrocinar los movimientos armados antisionistas del Hamas palestino y del Hizbolá libanés.

Las fronteras egipcias dan a Israel (y a Gaza, la zona más conflictiva que éste controla). Egipto es el país árabe más poblado y el más poderoso militarmente.

Egipto es el único peligro real que tiene Israel en la región. Irán, Sudán y Libia están lejos (mientras que estos dos últimos se han desarmado o buscan congraciarse con Occidente). La monarquía jordana ya se libró de su oposición palestina en 1970 (gracias a Israel) y saca provecho de sus buenas relaciones con Washington y Tel-Aviv. En el Líbano, Hizbolá puede ser hoy el principal partido de la coalición gobernante, pero este país tiene muy poca capacidad de fuego. Siria está más interesada en asegurar sus intereses en el Líbano y en reconciliarse con Occidente que en atacar a Israel.

Si bien Israel supera a Egipto en cuanto a su presupuesto militar y a tener unas 200 armas nucleares, su vecino sudoccidental le aventaja en número de soldados, tanques y aviones.

En la guerra de 1948, Egipto ocupó Gaza. En la de 1956, Israel lo derrotó con la ayuda de tropas francesas y británicas. En 1967, le ganó gracias al factor sorpresa. Sin embargo, en la de 1973, no pudo derrotarlo.

Israel ha aprendido que no puede esperar a ser atacado. Fue derrotado en la invasión al Líbano y no ha logrado doblegar a Gaza.

Israel se encuentra ante una doble amenaza. Si las protestas democráticas se siguen extendiendo, hay el riesgo de que éstas lleguen no sólo hasta los territorios palestinos, sino también a abrazar a sectores de la propia población hebrea, deseosa de llegar a una paz y dar igualdad a sus ciudadanos no judíos.

Fuente: Diario Correo (Perú). 14 de Febrero del 2011.

Recomendado:

Situación de la Junta Militar de Gobierno en Egipto. Perspectiva del Ejército y el golpe de estado en Egipto.

domingo, 13 de febrero de 2011

Abstinencia sexual o huelga de sexo en Bélgica. Presión femenina para superar crisis política.

En huelga de sexo

Por: Erik Struyf Palacios *

“A cerrar las piernas”. Esa es la consigna lanzada esta semana por la senadora Marleen Temmerman a las mujeres belgas con el fin de forzar a sus maridos, en primera instancia a los hombres políticos, a ponerse de acuerdo y finalmente dotar de un Ejecutivo al país. Con esta medida desesperada, la senadora socialista, ginecóloga de profesión, espera que las dos grandes comunidades lingüísticas que forman el país (francófonos y neerlandófonos) encuentren, después de más de ocho meses de combate político infructuoso, la forma de seguir conviviendo bajo el techo común llamado Bélgica.

“Si todas nos ponemos de acuerdo en la abstinencia sexual, estoy convencida de que podemos lograr que las negociaciones para formar gobierno avancen más rápido. Ya se sabe qué piensan los hombres de estas cosas”, declaró Temmerman a varios medios belgas.

La llamada huelga del sexo no es una idea original de la senadora. Está inspirada en una crisis africana: “En el 2009 Kenia se encontraba paralizada por negociaciones políticas para formar un gobierno. Después de un año de palabrerías, el movimiento de mujeres se puso de pie y llamó a todas las parejas de los negociadores a suspender el sexo hasta que se alcanzara un acuerdo. Una semana después el documento de compromiso estaba sobre la mesa”, contó Temmerman al diario flamenco “De Morgen”.

Sin desconocer que no existen cifras ni pruebas sobre los efectos de la llamada huelga del catre en Kenia, la senadora belga no pierde las esperanzas de que su iniciativa, u otra idea lúdica, logre lo que no han podido el descontento ciudadano, el descrédito internacional ni las amenazas de los mercados financieros.

En las calles de Bruselas se percibe menos optimismo: “Es una propuesta tonta”, nos dice una mujer de cara agria casi sin detenerse. “A estos [los políticos] lo que los mueve es el poder y el dinero, no el sexo”, remata. Un joven despistado sonríe al enterarse de la iniciativa. Después de quedarse pensativo un par de segundos dictamina: “Totalmente inútil: se irán de putas”.

CRONOLOGÍA

13 de junio 2010.
El partido nacionalista NVA, defensor de una profunda reforma del Estado federal que dote de amplia autonomía a la región de Flandes (norte), resulta ser el gran vencedor de las elecciones generales.

Junio 2010 – febrero 2011.
Se suceden hasta cinco misiones de información, mediación o conciliación encargadas por el rey a figuras prominentes de la política belga. Todos fracasan en acercar posiciones entre el norte –rico y sediento de autonomía– y el sur, temeroso de perder las transferencias financieras de Flandes.

OTROS CASOS

Ejemplo griego
En “Lisistrata”, Aristófanes cuenta que las mujeres griegas privaron a sus maridos de sexo para obligarlos a poner fin a la guerra del Peloponeso.

Barbudos
Hace unas semanas el humorista belga Benoit Poelvoorde propuso a sus conciudadanos masculinos dejarse crecer la barba hasta la formación de un gobierno. ¿Se tropezarán los belgas con sus pelajes?

Papas fritas o fútbol
En Internet comienza a prosperar la idea de declarar en breve una huelga de papas fritas, una de las comidas preferidas de los belgas. No pocos internautas, sobre todo mujeres, también han sugerido dejar sin fútbol al país como medio de presión.

[*] Corresponsal en Bruselas

Fuente: Diario El Comercio (Perú). Domingo 13 de Febrero del 2011.

jueves, 3 de febrero de 2011

Movilizaciones democráticas en el mundo árabe. Cuestionamiento a las concepciones occidentales sobre la democracia en los países musulmanes.

Caos bajo los cielos: qué magnífica situación

Por: Slavoj Zizek (Filósofo esloveno)

En las revueltas de Túnez y Egipto hay algo que no puede por menos de llamarnos poderosamente la atención, y es la patente ausencia del fundamentalismo islámico: siguiendo la más pura tradición democrática laica, la gente se ha limitado a levantarse contra un régimen opresivo y corrupto, y contra su propia pobreza, para exigir libertad y esperanza económica. El cínico postulado liberal de cuño occidental, según el cual en los países árabes las concepciones realmente democráticas únicamente están presentes en las élites más abiertas, mientras que a la gran mayoría de la población solo la puede movilizar el fundamentalismo religioso o el nacionalismo, ha quedado desmentido. Evidentemente, la gran pregunta es: ¿qué ocurrirá el día después? ¿Quién se alzará con el triunfo político?

En Túnez, cuando se constituyó un nuevo Gobierno provisional, de él quedaron excluidos los islamistas y la izquierda más radical. Los demócratas petulantes reaccionaron diciendo: "bueno, son fundamentalmente lo mismo, dos extremos totalitarios", pero ¿son las cosas tan simples? ¿Acaso a lo largo del tiempo quienes se han venido enfrentando no han sido precisamente los islamistas y la izquierda? Aunque unos y otros estén momentáneamente unidos contra el régimen, cuando se acerquen a la victoria su unidad se resquebrajará y se embarcarán en un combate a muerte, con frecuencia más cruel que el librado contra su enemigo común.

¿Acaso no asistimos precisamente a esa pugna después de las últimas elecciones iraníes? Lo que cientos de miles de partidarios de Musavi defendían era el sueño popular que alentó la revolución jomeinista, es decir, libertad y justicia. Aunque ese sueño fuera una utopía, entre los estudiantes y la gente corriente supuso una imponente explosión de creatividad política y social, de experimentos y debates organizativos. Esa auténtica apertura que desató inusitadas fuerzas de transformación social, un momento en el que "todo parecía posible", fue después poco a poco sofocado cuando las fuerzas vivas islamistas se hicieron con el control político.

Aun ante movimientos abiertamente fundamentalistas, hay que tener cuidado de no perder de vista el componente social. A los talibanes se los suele presentar como un grupo fundamentalista islámico que se impone mediante el terror; sin embargo, cuando en la primavera de 2009 ocuparon el valle paquistaní del Swat, The New York Times informó de que habían fraguado "una revolución de clase que explota las profundas fisuras existentes entre un pequeño grupo de terratenientes acaudalados y sus desposeídos arrendatarios". Si al "aprovecharse" de los sufrimientos de los campesinos lostalibanes estaban "dando la voz de alarma sobre los riesgos que pesan sobre Pakistán, que sigue siendo mayormente feudal", ¿qué es lo que impedía a los demócratas partidarios de ese país, así como de EE UU, "aprovecharse" igualmente de esos sufrimientos, tratando de ayudar a los campesinos sin tierra? ¿Acaso las fuerzas feudales paquistaníes son el "aliado natural" de la democracia liberal?

Es inevitable llegar a la conclusión de que el auge del radicalismo islámico fue siempre el reverso de la desaparición de la izquierda laica en los países musulmanes. Cuando Afganistán aparece retratado como el ejemplo más extremo de país fundamentalista musulmán, hay que preguntarse si todavía alguien se acuerda de que hace 40 años era un país con una sólida tradición laica en el que un poderoso partido comunista se hizo con el poder sin contar con la Unión Soviética. ¿Adónde fue a parar esa tradición laica?

Resulta esencial situar en ese contexto los acontecimientos que están teniendo lugar en Túnez y Egipto (y en Yemen y... ojalá hasta en Arabia Saudí). Si la situación se "estabiliza", de manera que los antiguos regímenes sobrevivan con ciertas operaciones cosméticas de carácter democrático, se generará una insuperable oleada fundamentalista. Para que sobrevivan los elementos clave del legado democrático, sus partidarios precisan de la ayuda fraterna de la izquierda radical.

Si nos ubicamos de nuevo en Egipto, veremos que la reacción más vergonzosa y peligrosamente oportunista fue la de Tony Blair, tal como la recogió la CNN: el cambio es necesario, pero debería ser un cambio estable. Hoy en día, un "cambio estable" en Egipto solo puede significar un compromiso con las fuerzas de Mubarak por medio de una ligera ampliación del círculo de poder. Por eso hablar ahora de transición pacífica es una obscenidad: al aplastar a la oposición, el propio Mubarak la hizo imposible. Una vez que lanzó al Ejército contra los manifestantes, la opción estuvo clara: o bien una transformación cosmética en la que algo cambie para que todo siga igual o bien una auténtica ruptura.

Aquí está por tanto el quid de la cuestión: no se puede decir, como en el caso de Argelia hace una década, que permitir unas elecciones auténticamente libres equivalga a entregar el poder a los fundamentalistas islámicos. Israel se quitó la máscara de la hipocresía democrática y apoyó abiertamente a Mubarak, y, al apoyar al tirano objeto de la revuelta, ¡dio nuevas alas al antisemitismo popular!

Otra de las preocupaciones de los demócratas es que no haya un poder político organizado que llene el vacío cuando Mubarak se vaya: por supuesto que no lo hay; ya se ocupó él de que así fuera, reduciendo cualquier posible oposición a la condición de ornamento marginal. De manera que el resultado será como el del título de la famosa novela de Agatha Christie, Y entonces no quedó ninguno. Según el razonamiento de Mubarak, o él o el caos; pero es un razonamiento que va en su contra.

La hipocresía de los demócratas occidentales es asombrosa: antes apoyaban públicamente la democracia, pero ahora, cuando el pueblo se alza contra los tiranos para defender, no la religión, sino una libertad y una justicia laicas, se muestran "profundamente preocupados"... ¿Por qué esa preocupación? ¿Por qué no alegrarse de que la libertad tenga una oportunidad? Hoy día, el lema de Mao Zedong resulta más pertinente que nunca: "bajo los cielos hay caos: qué magnífica situación".

Entonces, ¿adónde debería ir Mubarak? La respuesta a esta pregunta también está clara: a La Haya. Si hay alguien que merece sentarse allí, es él.

Traducción de Jesús Cuéllar Menezo.

Fuente: Diario El País (España). 03/02/2011.